Al asistir a un funeral

Aunque es difícil para todos, en la vida de lo único que estamos seguros es de la muerte y el fallecimiento de un familiar es la experiencia más dolorosa que una persona puede vivir. Pero aun así, para esta situación también hay reglas que se deben de seguir.

La familia del fallecido debe avisar a las personas más cercanas y los parientes no tan cercanos, avisar a otras personas.  Es costumbre vestirse de luto con colores obscuros, o vestir de manera sobria y sin brillos ni joyas llamativas. Actualmente no es indispensable usar el negro riguroso.

Es recomendable asistir al velorio y a la misa de cuerpo presente y sólo los familiares y personas más allegadas asistir al sepelio. El comportamiento durante el velorio y sepelio debe mantenerse con solemnidad y respeto hacia los dolientes. Las pláticas deben ser en voz baja y evitar chistes y risotadas.

Al participar en la misa, los asistentes deberán siempre llegar antes que el féretro y los familiares y más allegados llegarán tras él y usarán los bancos más cercanos al altar. Cuando termine la misa, permanece en tu lugar hasta que el féretro haya abandonado el recinto. Evita dar el pésame a la entrada de la iglesia, espera hasta que se termine la misa para dar el pésame a los familiares del difunto. Si la familia está muy afectada y ha pedido no recibir condolencias en ese momento, lo mejor es no molestarlos y visitarlos unos días después. Procura evitar grandes muestras de sentimientos, llantos o gritos de dolor, hay que acompañar a la familia y no ponerlos mas sensibles.

Para dar el pésame, que significa “me pesa” o “lo siento” se debe hacer con frases sencillas, sin tratar de acaparar el tiempo de los dolientes, se puede decir, “lo siento mucho” “te acompaño en tu sentimiento” “sabes que cuentas conmigo” o algo que realmente te salga del corazón pero hay que evitar el hablar del fallecido haciendo alusión a anécdotas o comportamientos, como: ayer lo vi tan bien o, que bueno era etcétera.

Aunque esta tradición ya se ha ido perdiendo últimamente. Todavía hay  lugares donde se acostumbra tener un libro de firmas o una urna para depositar las tarjetas de los visitantes, así la familia del finado días después podrá agradecer a las personas que los acompañaron.

Si por cuestiones de distancia no puedes asistir al velatorio puedes dar el pésame por teléfono, aunque es mejor hacerlo por escrito por medio de una carta escrita a mano brevemente. Aunque actualmente ya se está usando mucho el correo electrónico para este fin, no es lo correcto.